jueves, 26 de abril de 2012

DANCEMOS...


Antes de continuar adentrándonos en la vida de todos los que poblaron aquel rincón de Gales en aquella época de su esplendor, antes de enterarnos de las ocurrencias de la parlanchina Neva de Noega, de cuchichear sobre las pasiones que sorprendieron el corazón siempre tan pacífico de Eulalia, de acompañar a Christian en decisiones difíciles y viajes sin retorno, de conocer a bravos guerreros escoceses, rusos de mirada gélida o caballeros españoles cuyo honor no se compra ni con todo el oro del mundo; antes incluso de saber que hubo nobles deseosos de atesorar conocimientos o de cruzarnos en una vuelta del camino inesperada con un rey que brillaba como un Sol... Antes de todo ello, y ya que se han decidido a seguir a esta cronista, hagamos un pequeño alto para bailar en honor de aquellos desafortunados amantes una canción que, de seguro, escucharon muchas de aquellas veladas que terminaban al amanecer. Bailemos a su salud, y a la de todos los que amaron, aman y amarán sin esperanza.


 



Hasta que amanezca...

6 comentarios:

  1. Madame, la invitación es irresistible. Esa canción despierta ecos casi olvidados, y aviva una llamita tantas veces a punto de apagarse :)

    Buenas noches

    Bisous

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    1. Pues, porque nunca se apague, madame.


      Feliz Fin de semana
      Besos

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  2. Será un honor danzar bajo tan prometedores auspicios y dada mi naturaleza apasionada créame que me ha tentado con la promesa de esos bravos guerreros escoceses jajajajajajaja. Una, que aparte de ser virtuosa dama inglesa, mantiene una imprudente inclinación por los bravos highlanders jeje.

    Un saludo, milady.

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    1. Pronto, muy pronto, conocerá al menos a un par de esos hombres que tan de su gusto son, milady.

      gracias por vuestras siempre encantadores palabras
      besos

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  3. Bien merece un alto en el relato salir al centro de la pista, tomar a la dama por la mano con extrema delicadeza y danzar hasta caer rendidos, al tiempo que sentir su pulsación y su aliento tan cercanos.
    ¡Enchanté!

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    1. Y encontrar caballeros tan bien dispuestos para la danza como vos no es tan frecuente como pudiera parecer.
      No se puede descirbir mejor la emoción de un baile.

      Besos

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