viernes, 24 de febrero de 2012

DE CÓMO LADY BALEHEAD OF HAVERFORDWEST LLEGÓ A SER LO QUE FUE.-





En la época en la que estos hechos ocurrieron, y a fe mía que ocurrieron, los bosques eran extensos, los caballeros combatían con armadura y en Francia reinaba el Sol.
Cuentan que en los territorios del norte de Castilla había un conde entre cuyas preocupaciones acuciantes estaba la de casar a la única de sus hijas que aún no tenía comprometida. Y ello constituía una preocupación porque la tal doncella era díscola, rara y nada hermosa. En sus doce años de vida se había creado una fama tal que el Conde de Noega se veía apurado para concertar un matrimonio tan desventajoso para el valiente que se atreviese a dar semejante paso. ¡Qué caballero en su sano juicio consentiría en admitir como esposa a una muchacha que pasaba su vida leyendo, que apenas sabía coger una aguja, que no tenía empacho alguno en dar su opinión aunque nadie se la hubiese pedido! Semejante criatura no valía ni para el convento, se desesperaba el Conde, mientras rogaba al miniaturista que la retratase con algún encanto inexistente que tentase a algún hombre temerario.
El mismo día que Neva de Noega cumplía los trece años llegó, por milagro, un correo de las lejanas tierras de Gales con una propuesta matrimonial de Lord Balehead of Haverfordwest, caballero que tenía un lejano y complejo lazo de parentesco con la que fuera madre del Conde de Noega. Los cielos se abrieron para el Conde en aquella soleada mañana de junio y ya todo fueron parabienes y preparativos para el viaje que, firmadas las capitulaciones, se fijó para el mes de septiembre.
La pequeña Neva se pasó el último verano en su amada tierra oteando con sus ojos rasgados hacia el horizonte de aquel mar bravo, que la separaba de su destino. El futuro le pareció más negro que nunca. Nada sabía de aquellas lejanas tierras, de su idioma, de su cultura. En los libros de su padre sólo se hablaba de hombres rebeldes y bosques de leyenda. Además. Lord Balehead tenía fama de rudo, colérico y poco comunicativo. El reciente luto de su primera mujer había aumentado su malhumor, según se contaba, y la única razón por la que se había decidido a tomar nueva esposa era que sólo tenía un hijo varón, y éste había sido desde niño tan enclenque que ningún Físico tenía esperanzas en que alcanzase la edad adulta.
Neva de Noega embarcó en una fría mañana de septiembre cuando nada hacía presagiar la tempestad que desviaría su ruta hacia Calais y obligaría a nave y tripulación a permanecer durante tres semanas en suelo francés. Aún estaba impresa en su memoria la llorosa despedida de su familia y las gentes de Noega, cuando tuvo que sacudirse la modorra infantil y tomar decisiones. El carácter antaño tan criticado sirvió en aquellos momentos de tribulación para hacerse con la confianza del señor marqués de aquellas tierras, que les ofreció alojamiento muy gustoso, y el propio monarca francés se interesó enviando a su hermano. Éste volvería a la Corte haciéndose eco de tanto ingenio y viveza que, sin duda, sería desaprovechado en aquellas salvajes tierras de Gales.
Cuando tan accidentado y a la par venturoso viaje llegó a su fin, a Neva de Noega le pareció que habían estado navegando en círculos para acabar en el mismo sitio. Aquellos escarpados acantilados, aquellos verdes bosques, aquellas playas, eran tan similares a su país natal que sintió encogérsele el corazón.
Apenas desembarcada con sus veinticinco baúles, la mitad de los cuales contenía sus preciados libros, Neva conoció una noticia inesperada: Lord Balehead había muerto. Según les comunicó su atribulado secretario, había caído fulminado en uno de sus abundantes arranques de cólera. Nada pudo hacerse por él, se había quedado seco como una estatua y en mitad de una frase furibunda que ya nadie completaría.
Apesadumbrada, Neva decidió acudir sin tardanza a presentar sus respetos a Christian, nuevo Lord Balehead, y que sería el que decidiese ahora su destino. Engañaríamos al lector si afirmásemos que la muchacha no estaba en su interior aliviada por haberse librado de tan intratable marido y ante la perspectiva de poder regresar a casa. Sin embargo, nada iba a ser como esperaba.
El enclenque heredero resultó ser un joven sólo cinco años mayor que la prometida de su padre. Aunque delgado, era más alto que ninguno de los hombres que había conocido antes y tenía una mirada entre soñadora y ausente que rindió a la audaz muchacha de inmediato.  Con sólo el primer vistazo Neva de Noega decidió que se quedaría con aquel hombre el resto de su vida.
Así, durante la comida de bienvenida, tras la que se decidiría su destino, se valió de tantas artimañas, de tanto ingenio y acertijo, que el joven Lord Balehead se rió y entretuvo como nunca antes en todos los años de su existencia. Y todo ello fue hecho por aquella parlanchina muchachita de manera tan sutil, que el orgulloso caballero siempre creyó que la decisión de convertirla en Lady Balehead of Haverfordwest había sido exclusivamente suya.
Otras crónicas, sin embargo, cuentan que el joven Christian también quedó prendado al primer vistazo y que, ya que se había concertado que ella casase con Lord Balehead y ahora él era tal, nada impedía que todo se consumase, cumpliendo la palabra dada y haciendo el contento de ambos jóvenes.
Pero de lo que pasa en los corazones este narrador nada sabe. Sólo le place deciros que el matrimonio se hizo para felicidad de todos los interesados, y que duró muchos años, aunque sus venturas y desventuras no sean objeto del cuento de hoy. Otro día, si gustan, lo trataremos despacio.     

4 comentarios:

  1. Ayyyy, madame, qué alegría me da verla por aquí!!!

    Bienvenida a blogger. Espero que se encuentre cómoda entre nosotros y que nos cuente muchas de esas historias suyas.

    Feliz fin de semana

    Bisous

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    1. Gracias, madame!!
      Aunque he de solicitaros paciencia hasta que me acostumbre a este medio, ya sabéis que los cambios no son mi fuerte.

      Feliz fin de semana también para vos.

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  2. Aquí tengo la dirección del blog de Baeticus, aunque ya le digo que hace tiempo que lo tiene bastante abandonado. Espero que regrese ahora que ya no hay nada que hacer con el desesperante fotolog.

    http://traianeum.blogspot.com/

    Yo tengo este mío cerrado, al menos de momento, porque no tengo tiempo a ocuparme de los dos, y es más difícil seguir con el de la corte del rey sol debido a que es una historia con continuidad y no relatos sueltos. Pero espero volver a abrirlo algún día.

    Bisous, madame

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  3. Muy bien, madame, cuando lo tenga todo dispuesto, y si usted está de acuerdo, presentaré su blog en sociedad para que la gente se vaya acercando.

    Feliz sábado

    Bisous

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